Este libro estudia el concepto de intuición en la filosofía de Santo Tomás de Aquino. El término es relevante para la filosofía del conocimiento, porque todo saber parte de una intuición que lo fundamenta. El problema en torno a este tema es que a lo largo de la historia de las ideas, los filósofos defendieron distintas posturas generalmente situadas en polos extremos: o reducen el conocimiento humano a una intuición sensible, como en el caso de los empiristas, o lo limitan a la intuición intelectual, como lo hace el idealismo. En cambio, la epistemología tomista de corte realista que parte del ser de las cosas, reconoce dos tipos de intuiciones básicas en relación al conocimiento humano, la sensible y la intelectual, y mantiene un sano equilibrio entre ellas, fuera de los reductivismos de la filosofía moderna y contemporánea: empirismo, racionalismo, idealismo, relativismo, escepticismo, entre otros. En este sentido, las corrientes gnoseológicas extremas que reducen el conocimiento a lo sensible, a la razón o a la subjetividad humana caen en errores insuperables desde sus planteamientos. De aquí la importancia de la filosofía realista tomasiana para la actualidad.