Cambios importante ocasiona la llegada de un hijo, a sus padres y a su familia; mucho más si es antes de lo esperado o un parto prematuro. El recién nacido, no se encuentra preparado, y muchas veces ni siquiera apto para sobrevivir, grandes avances tecnológicos han logrado suplir muchas de sus funciones inmaduras, pero nunca los afectos que lo construyen como un ser humano. Muchas investigaciones aseguran que las relaciones tempranas con los otros son las que sientan las bases de la salud mental. Por otro lado los padres, pierden esta oportunidad de establecer naturalmente una relación recíproca por una internación prolongada que provoca un desajuste físico y emocional en ambos. Los padres se encuentran en un período de gran vulnerabilidad y los recién nacidos en un período crítico del desarrollo ambos se ven ampliamente beneficiados con la implantación del Método Mamá Canguro. El mismo consiste en el contacto piel a piel en forma temprana, continua y prolongada de los prematuros junto a sus padres, en un ambiente tranquilo que disminuya el stress. Se observa que el Método propicia las primeras interacciones afectivas y lo prepara más rápidamente para la alimentación oral.