El estudio de la calidad de la democracia a nivel comparado en América Latina resulta ser una óptica de análisis sobresaliente. Este trabajo tiene el propósito de relacionar la calidad democrática con el concepto de representación política a partir de las identidades de los representantes. La problemática detectada es la de la falta de legitimidad, confianza y credibilidad en la política en general. Por ello es que este análisis se muestra como un intento por demostrar el por qué la representación política está acorde con las pautas señaladas en la democracia representativa moderna. Para lograr el cometido se expone el contexto comparado de tres casos de estudio: Uruguay, Chile y México con la intención de extraer los factores que hacen que los representantes adopten un tipo de identidad en favor de los intereses del Estado y no de tipo social, como tradicionalmente se piensa a la democracia. El estudio parte de un enfoque neo-institucional con la idea de codificar las bases normativas, sociológicas y políticas a partir de indicios sobre las creencias, acciones y metas de los representantes, las cuales se basan principalmente en los costos y beneficios de este tipo de sistema.