El concreto es un material con gran potencial de reciclaje, siempre que no esté contaminado. Los escombros de concreto provenientes de residuos de construcción y demolición pueden volver a triturarse para recuperar agregados gruesos y finos que luego son utilizados en la fabricación de nuevos elementos estructurales. Sin embargo, estos elementos pueden tener afectaciones en sus propiedades físicas y mecánicas, con altos valores de porosidad y permeabilidad, lo que facilita la penetración de cargas ambientales como iones cloruro y bióxido de carbono, disminuyendo así su durabilidad. Por tanto, el presente trabajo fue enfocado en determinar hasta qué punto es posible substituir el agregado grueso normal por agregado grueso reciclado proveniente de residuos heterogéneos de construcción y demolición, efectuando diversas pruebas mecánicas y de durabilidad para cumplir con requisitos de concreto estructural, lo cual puede ser de gran utilidad para el sector industrial y académico de la construcción, en busca de alternativas que efectivamente contribuyan al cuidado de nuestro medio ambiente.