El nuevo ser que llega al mundo posee una carga genética ineludible que le va a condicionar durante toda la vida.Pero es la influencia de su medio ambiente que le rodea, lo que va a determinar el desarrollo adecuado o inadecuado de ese potencial heredado.Aunque ya en siglos anteriores se habían iniciado algunos estudios sobre la infancia, es a principios del siglo XX cuando el niño pasa a convertirse en un importante protagonista de la vida familiar y social.La curiosidad de los científicos aumenta día a día. Filósofos y pedagogos empiezan a considerar la infancia como una etapa valiosa y decisiva en sí misma.Hombres fundamentales como Rousseau, Pestalozzi, Tiederman, fueron abriendo camino a la investigación del mundo complejo y misterioso de los niños. Y cada vez preocupa más el cuidado y la atención a lo largo de su infancia. Los padres han sido una constante referencia en cuanto al papel fundamental que les corresponde en el desarrollo y la educación de sus hijos.Una creencia firme se abre paso: para alcanzar la edad adulta de modo equilibrado, tanto física como mentalmente, es muy convenientemente haber vivido una infancia suficientemente equilibrada y feliz.