La “filosofía de la educación” está lejos de ser instanciación particular de algo único y genérico, que sería La Filosofía; éste es el prejuicio moderno de que la filosofía es un campo puro, cuya pureza radica en dedicarse exclusivamente a asuntos como el ente y el conocimiento, y no a temas "menores", como la educación o la política, siendo éstos meramente tangenciales; este prejuicio desconoce que esos asuntos mayores brotan en estos asuntos aparentemente menores. Platón fundó la filosofía, en la teoría de las ideas, por la política y la educación; y esto significa que lo que se llama “filosofía de la educación”, no obedece al hecho de ser instanciación particular de algo único y genérico, sino que es el ejercicio directo de la filosofía misma, por el hecho de que a la filosofía le interesan los principios; y la educación, antes que un fenómeno social, es un principio.