Puede sostenerse que hoy en día los jóvenes alcanzan madurez en la interrelación con otras personas, digamos en el discernimiento para la gestión de sus negocios o para su actividad en el marco social en general, mucho antes que otrora, que son más despiertos, mentalmente mucho menos inocentes, que conocen más de la vida… Pero hay razones que indican totalmente lo contrario. Esto es, que hoy por hoy la adolescencia se ha prolongado, que una persona demasiado joven no está madura para gozar de una completa y total aptitud jurídica. ¿Qué hacer entonces? Tal el objetivo de la investigación, orientada a intentar definir si la actual redacción del código civil argentino, con una mayoría de edad fijada en los dieciocho años es conveniente, o en caso contrario marcar sus eventuales flancos débiles y proponer una reforma.