Editorial Academica Espanola ( 06.07.2012 )
€ 89,00
Los hombres de Juan de Vadillo (1538), empezaron a caer enfermos a causa de las fiebres e iban tan mal por el camino “…que aún las niguas tuvieron una mortífera influencia, pues ocasionaba llagas cuya cura no se conocía y los obligaba a rezagarse en la retaguardia, muriendo lastimosamente en plena selva. El propio Vadillo enferma gravemente e incluso recibe la extremaunción. Pero logra salvarse y, una vez repuesto, prosigue al sur con su ejército bajo inauditas penalidades…”. (Friede, 1963). El capitán Jorge Robledo (1540), “…cayó al lecho con gran fiebre acompañada de pies hinchados y muy sonrosados y con fuerte picazón en los dedos. Que de tal dolencia se quejaban también algunos soldados. El médico que acompañaba a la expedición no conocía la dolencia (…), pero intuyó que podía ser enfermedad propia de la tierra que pisaban los visitantes. (…), ante esta conjetura hicieron llamar una india curandera, quien examinó los pies del ilustre enfermo, y sin decir alguna cosa salió y volvió con unas tunas o chuzos muy agudos a manera de agujas, y se puso a la benigna tarea de sacar niguas, operación que debió ser dolorosa pero remedio efectivo”. (Cieza, 1880).
Detalles de libro: |
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ISBN-13: |
978-3-659-02538-9 |
ISBN-10: |
3659025380 |
EAN: |
9783659025389 |
Idioma del libro: |
Español |
Por (autor): |
Julián Chica Cardona |
Número de páginas: |
340 |
Publicado en: |
06.07.2012 |
Categoría: |
Historia regional y de la tierra |