Las tortugas marinas representan a los organismos más primitivos e iniciaron su evolución en el periodo Triásico, a principios del Mesozoico, hace por lo menos 200 millones de años. Fueron muy abundantes en el pasado pero en el último siglo sus poblaciones se han visto reducidas drásticamente (Márquez, 2002) Entre los principales factores que afectan negativamente las poblaciones están los depredadores naturales, los abusos y la sobreexplotación del hombre, los cambios en sus hábitats, las enfermedades infecciosas y parasitosis. A pesar de su importancia como especie ancestral en peligro de extinción, la cual se debe proteger, y al papel que desempeña dentro del equilibrio del inmenso sistema marino, no se cuenta con estudios científicos para determinar parámetros que nos permitan valorar la salud de las tortugas marinas y las alteraciones en la salud que pueden ocurrir debido a los cambios en sus hábitat.