En las últimas dos décadas se ha realizado un importante esfuerzo en desarrollar nuevas tecnologías de producción de alimentos, como la biotecnología. Si bien estas tecnologías ofrecen importantes beneficios, aun se conoce poco acerca de sus potenciales riesgos para la salud humana y el medio ambiente. La superficie de cultivos biotecnológicos se ha multiplicado por 94 entre 1996 y 2011, llegando a 160 millones de hectáreas en 2011. La soya continúa siendo el principal cultivo biotecnológico, seguida por el maíz, algodón y canola. Los mayores productores siguen siendo Estados Unidos, Brasil y Argentina. Sin embargo, de los 29 países productores de cultivos biotecnológicos en 2011, 10 son países industrializados y 19 corresponden a países en vías de desarrollo. En estos últimos, la biotecnología aplicada a la agricultura es estratégicamente importante, debido a que su economía se basa en los recursos naturales. Sin embargo, aun se conoce poco respecto a las preferencias de los consumidores de estos países en relación a los alimentos transgénicos, aspecto en el cual este libro pretende contribuir analizando la situación en Chile.