La relación entre las donaciones y los testamentos es estrecha y extensa. Es ello lo que ha hecho correr ríos de tinta respecto de unos y otros. Además, al mezclarse conflictos propios de las relaciones familiares, roces, malos entendidos, envidias, suspicacias, rencores, etc, con cuestiones jurídicas, son una fuente inagotable de litigios. En consecuencia, una causa de resoluciones judiciales, que nos aporta en este sentido un afluente de sentencias. Doctrina y jurisprudencia continúan escribiendo, y describiendo estas dos figuras, sus relaciones, sus sin sabores, pues tanta es la relación jurídica que las une en este modo de transmisión de la propiedad, y que nos seguirá dando, de seguro, nuevos frutos, debido a la casuística que también en estos casos se produce. Mucho más cuando el concepto de familia sigue evolucionando en nuestra sociedad. En estas líneas solo se pretende dar unas pequeñas pinceladas sobre algunas de las cuestiones sobre las que recientemente se ha pronunciado nuestro más Alto Tribunal, sin olvidar aquellas otras que al parecer de la autora, no por ser evidente para un jurista está de menos recordar.