La flor de loto es una planta acuática de hojas grandes, que vive dentro de estanques llenos de barro y suciedad. Dado que necesitan absorber la luz para sobrevivir, han desarrollado un sistema de autolimpieza formado por numerosos montículos microscópicos, por los que el agua resbala con facilidad, llevándose consigo partículas de polvo y suciedad. Este comportamiento ha despertado gran interés científico y tecnológico en los últimos años, intentándose reproducir en el desarrollo de nuevos productos con propiedades autolimpiables. En este trabajo se han investigado recubrimientos hidrofóbicos mediante la técnica sol-gel. Se han desarrollado rugosidades de tamaño nanométrico que imitan el efecto autolimpiable que sigue la flor de loto. El objetivo perseguido es diseñar recubrimientos protectores de sustratos poliméricos, tales como las palas eólicas, que consigan impedir la acumulación de hielo sobre la superficie de las mismas, y así mejorar la eficiencia energética de los aerogeneradores.