Enseñar a las futuras generaciones de profesionales a transformar la naturaleza teniendo en cuenta sus leyes y poniéndolas en función de la humanidad se saldaría la gran deuda del hombre con la protección del medio ambiente; en cada espacio docente los pedagogos y profesores estamos en la obligación de enseñarlos a servirnos de ella respetando sus leyes. La educación ambiental, se concreta en dotar a los estudiantes universitarios de las experiencias de aprendizaje que le permiten comprender las relaciones de los seres humanos con el medio, la dinámica y consecuencia de esta interacción, promoviendo la participación activa y solidaria en la búsqueda de soluciones a los problemas planteados.