Como parte de la flexibilidad laboral, existen variantes en el tipo de contratación a través de una prestación de servicios. La relación ya no es laboral sino más bien mercantil. Ejemplo de esto es la llamada tercerización u outsourcing, como se ha generalizado en inglés. Se entiende por tercerización u outsourcing la transferencia a terceros, mediante una subcontratación, de servicios que requieren los procesos de operación de la organización y que no se consideran estratégicos, con el fin de ser más eficientes y economizar dichos procesos. Se parte de la idea de que las organizaciones deben centrarse en lo que les es propio. Esto significa en la práctica una nueva relación con proveedores así como nuevas formas de asegurar la entrega de materias primas, artículos, componentes, servicios e, incluso, fuerza de trabajo.