El trabajo que presentamos, establece la diferenciación significativa existente entre la estructura social y la educativa y puntualiza los cambios de fondo que se han dado en las sociedades modernas y que han marcado a la educación. Insistimos, en especial, sobre la preocupación por el desarrollo de la ciencia y la preparación de investigadores críticos e innovadores, en el campo de las ciencias naturales y sociales y, de modo especial, la investigación educativa, como una forma de acelerar los cambios internos que requieren nuestras sociedades, para romper las inercias tradicionales que impiden su pleno desarrollo, dentro de una contexto democrático y libertario. Por último proponemos una línea teórica y metodológica para la formación de los investigadores en el ámbito educativo y concluimos el trabajo analizando de que modo en Estados Unidos, en la Unión Europea y en Japón los gobiernos y la sociedad impulsan la ciencia, la innovación tecnológica y la evaluación educativa como factores decisivos para el logro del desarrollo económico y social de sus países.