Los modelos de análisis y reflexión aplicables a la obra arquitectónica se han ido dando en el tiempo a partir de la realidad sociocultural del hombre. A la tríada vitruviana que instituyó el análisis formal, funcional y estructural de la arquitectura, se agregaron, en la medida que se han ido comprendiendo, los elementos que guardan una estrecha relación con ella. Hasta hoy, el avance del análisis arquitectónico que se inicia con aspectos estéticos, funcionales y constructivos, incorpora progresivamente elementos de análisis sociales, históricos, psicológicos, semánticos y antropológicos. Evolutivamente, el sistema de análisis ha ido del objeto relacionado con sí mismo al del objeto relacionado con el hombre, es decir, de objeto arquitectónico a objeto cultural. Los objetos culturales son todos aquellos productos derivados del lenguaje, el arte, la religión, el mito y la ciencia, dada su condición de producción netamente humana. La arquitectura, en su dualidad de arte y ciencia, deviene como objeto cultural, por lo que para su mejor comprensión, deberá ser estudiada como tal.