El propósito de este trabajo es argumentar a favor de una comprensión sistemática del Sumo Bien en Kant, la necesidad de la justificación o deducción de su legitimación filosófica, y sustentar que la función e importancia de dicho concepto es fundamental para la ética kantiana; es decir: que el Sumo Bien mantiene una unidad sistemática propia, que es consistente con la coherencia lógica de la filosofía práctica de Kant como componente necesario, y que tiene un estatus filosófico, un alcance necesario y universal. Señalamos los pasajes donde Kant habla acerca del Sumo Bien, clasificando las lecturas derivadas de su recepción en la discusión filosófica especializada; desarrollamos las problemáticas acerca de sus componentes: Felicidad y Virtud, y discutimos el estatus legítimo de los postulados de Dios y la inmortalidad del alma. Como aportaciones innovadoras, argumentamos a favor de un cuarto postulado: la Gracia divina, y desarrollamos la posibilidad de una representación indirecta del Sumo Bien, aunque sensible, vía la imaginación. Rechazamos dos objeciones: que el Sumo Bien sea un tema añadido a la ética kantiana y que sea una problemática teológica más que filosófica.