El paisaje rural mediterráneo está experimentando cambios que conllevan la desaparición de conocimientos y actividades arraigados, surgidos como resultado de una adaptación al medio. La trashumancia es una de las actividades en extinción cuya supervivencia depende, en gran parte, de la valoración social de los beneficios que tiene para el bienestar humano. Por su parte, la Cañada Real Conquense es una de las vías pecuarias de España en las que aún persiste actividad trashumante a pié en todo su recorrido, que hace uso y mantiene el legado cultural paisajístico. En esta investigación, se ha aplicado una metodología novedosa, caracterizada por la compilación de varios formatos de encuesta visual, tanto para estudiar la preferencia paisajística trashumante como para llevar a cabo una valoración social de los servicios de los ecosistemas vinculados a la trashumancia.