Este libro pretende visibilizar la situación educativa y ocupacional de la juventudes rurales por medio de un estudio de caso en Tierra Blanca, provincia de Cartago, Costa Rica. El propósito es llamar a la reflexión y a la acción para el cambio tanto a los investigadores, los políticos, las instituciones pertinentes a la juventud, así como a las comunidades rurales, los padres de familia y los mismos jóvenes. Con el estudio se pretende mostrar la importancia que tienen los jóvenes rurales para sus comunidades y el desarrollo de cada país; partiendo de la descripción y análisis de la situación educativa y ocupacional y sus implicaciones en la economía rural, la sostenibilidad del agrosistema y el proyecto de vida de los jóvenes. El autor propone una estrategia de organización de las juventudes en el territorio rural, para que gestionen su propia agenda de desarrollo personal y social. Además, propone políticas públicas institucionales, generales y específicas, para las cinco tipologías de juventud rural identificadas en su investigación; con el propósito de promover la equidad y la inserción de los jóvenes como actores estratégicos y protagónicos del desarrollo rural.