Este libro intenta probar que ciertas manifestaciones de la nueva literatura surgida durante la dictadura militar chilena, más allá de su aparente renovación formal y de sus pretensiones de ser un arte de “avanzada”, se encontraban todavía atadas a conceptos e ideologías propias de un pensamiento conservador o, al menos, que sus tentativas no abandonan del todo las problemáticas de una modernidad postiza en la que conviven el desamparo de la provincia americana con el discurso “avanzado” de la metrópoli europea. Este nuevo arte literario viene así a vincularse homológicamente al pensamiento neoconservador que ha reestructurado al país, rescatándolo a sangre y fuego de la experiencia socialista anterior. Característica de dicha tentativa política es la convivencia de valores ultraconservadores con un dinamismo empresarial y económico neoliberal signado como la “modernidad”. Lo propio ocurre con las obras analizadas aquí, en tanto éstas, exhiben un aspecto de franca ruptura con el pasado manifestado en estructuras novedosas, pero tras las cuales es posible todavía vislumbrar viejas categorías de ideologías que no han sido superadas.