La presente obra aborda el tema de la identidad político-territorial de los emigrantes españoles que se trasladan a América desde una región, la constituida por las provincias de la actual Castilla y León, donde el desarrollo del regionalismo fue un movimiento muy débil al menos hasta la Transición postfranquista. Llegarán a América defendiendo la identidad nacional española sin fisuras, incidiendo en el papel que los reinos de León y Castilla habían jugado en la conformación de España como Estado nacional. Junto al recuerdo de sus lugares concretos de origen mantendrán la identidad provincial, fuertemente asentada en estas provincias durante el siglo XIX y el XX hasta finales del Franquismo. En contacto con otros grupos de emigrantes españoles donde se van desarrollando sentimientos regionalistas y nacionalistas –especialmente entre vascos, catalanes, gallegos y canarios-, los castellanos y leoneses conformarán asimismo asociaciones donde recrearán un sentimiento de pertenencia regional de carácter cultural, compatible con su españolismo y su identidad provincial, no faltando algunas tensiones (atemperadas) entre castellanismo y leonesismo.