Producto del diario quehacer humano, en su búsqueda de avanzar y poder cubrir de manera satisfactoria sus necesidades, surge una figura denominada Emprendimiento, concepto que data de años, pero que cada día se va posicionando más en la cultura de las comunidades, instituciones y de la propia familia. Alguien dijo en cierta oportunidad, empresarios somos todos, porque gestionamos tres empresas fundamentales: la familia, la escuela y la iglesia. Organizaciones que sin lugar a dudas, inciden en el desarrollo de cada persona dentro de un conglomerado. Por lo tanto, al extrapolar la conceptualización, podríamos afirmar que el emprendimiento es una figura inherente a todo ser humano, pues desde su creación ha tenido la necesidad de emprender por diversas razones, unas para sobrevivir, otras consiguiendo alimentos y en algunas oportunidades abriendo caminos hacia destinos desconocidos. “No hay trucos, no hay magia, no hay milagros, todo lo haces tú mismo, con tu fuerza interior. El éxito emprendedor está en tus manos, es tuyo, no dejes que te lo quiten”. Francisco Bermúdez Suárez.