En la necesidad y a veces necedad de comprender a un otro, este libro destaca en su primera parte varios elementos para identificar aquellos matices que rodean la interacción en un aula, donde uno de los alumnos presenta TEA, retomando al otro como la persona con este trastorno y al otro como el compañero de grupo, con el propósito de brindar un tanto de interpretación en ello que permita identificar al lector, algunos de los múltiples factores que rodean la interacción en el aula y que la hacen peculiar bajo éstos mismos. Por su parte el segundo apartado, cuenta con el sustento de haber surgido de inquietudes posteriores al análsiis de la información contenida en la tesis del primer apartado, partiendo de la propuesta de hablar sobre las singularidades de cada caso de TEA, antes que del mismo trastorno, lo cual resultó de gran impacto en el contexto aplicado, por lo que se muestra como propuesta viable.