La tramitación y la constitución de patrimonio familiar como cuestión de efecto del divorcio o desvinculación constituye un mecanismo legal que garantizara a las familias y más aún a los niños que integran ese núcleo, el ejercicio oportuno y efectivo de los derechos a una vida digna y una vivienda al constituir un derecho fundamental de las familias y un deber de los progenitores el procurar a sus hijos protección, sustento, habitación y bienestar, propiciando su desarrollo integral y formación, función protectora que asume para si el Estado al interés superior de la niñez y adolescencia, y evitar la diversificación de procesos que derivan en una sobre carga procesal en la administración de justicia. Ya que en la realidad de la sociedad los divorcios o desvinculación matrimonial nos demuestran que los niños no tienen las suficientes garantías a una vivienda donde puedan tener un desarrollo adecuado, por tal que los bienes son divisibles entres los progenitores y pueden disponer de ellos como tal. Ante estas circunstancias me motiva lograr insertar en el proceso de divorcio un efecto regulador de constitución de patrimonio familiar, para que precautélelos intereses de los niños.