Durante las últimas décadas, el modelo chileno de financiamiento y gestión escolar ha sufrido transformaciones que han devenido en diversas problemáticas y generado brechas entre los diferentes establecimientos. En este contexto, la irrupción de un fuerte movimiento estudiantil impulsó una reforma educacional, que ha puesto foco en la promoción de derechos humanos en el marco de los principios de inclusión, diversidad enfocado en los replanteamientos de un modelo de educación intercultural, entre otros. De este modo, resulta fundamental describir de que manera la gestión escolar contribuye a la construcción de proyectos de vida considerando la diversidad cultural y de género, que estructuran la identidad de los estudiantes. Para este fin, se llevó a cabo dos estudios de caso en establecimientos de la región de Tarapacá, Chile, con un alto porcentaje de estudiantes con pertenencia a un pueblo originario, así como en condición de migrante y la diversidad de género lo que permitió identificar interrelaciones complejas interesante para comprender e indagar no sólo en el rol académico de la escuela sino en en su rol como agente de desarrollo humano.