El propósito de este libro, expresado en su título, no es un llamado a dejar de lado ese rico caudal de textos y discursos, históricamente constituidos, que llamamos filosofía, sino una invitación a ir más allá de esos resultados tangibles y dirigir la atención a la praxis que los hace posibles, al ejercicio del pensamiento que los hizo surgir y en el cual encuentran sentido. Sin ese ejercicio, el conocimiento de las teorías filosóficas deviene letra muerta. Y aunque se podría suponer que el aprendizaje de este ejercicio es más arduo y exigente que el de los resultados cristalizados en la historia de la filosofía, la verdad es muy diferente, porque es sorprendentemente asequible a personas de todas las edades y condiciones sociales, incluso a niños de educación básica, como lo demuestra el éxito mundial del programa de filosofía para niños de m. Lipman, basado en un enfoque como este. Este libro está dirigido especialmente a los profesores de los jóvenes escolares o universitarios, pero también puede ser de ayuda para los jóvenes mismos y toda persona interesada.