En los últimos años ha habido un incremento a nivel comunicacional de las piezas con contenido de género: reivindicación de la mujer, lucha contra la violencia de género, visibilidad de las identidades diversas, etc. Dichas piezas audiovisuales fueron emitidas por varios campos: publicitario, ONGs, agrupaciones sociales, productoras musicales y medios de comunicación. Si hablamos del campo publicitario, las buenas prácticas de dichas piezas fueron, en principio, un gran avance para una industria que desde sus inicios reforzó estereotipos de género. Sin embargo hoy, que todos estos contenidos abundan, el análisis con perspectiva de género no puede quedarse solo en la superficialidad. Es necesario analizar las estructuras de estos sistemas, la participación de las mujeres en los espacios de poder y toma de decisiones, y la perspectiva de género que toman o no los actores en cuestión. Las producciones audiovisuales de todos los campos, si bien han hecho un avance en sus piezas, todavía no han efectuado un cambio holístico en las tomas de decisiones, es decir, no han asumido una perspectiva de género a la hora de configurar los equipos para realizar dichas piezas de comunicación.