Actualmente, el mercado global está en un punto álgido de su desarrollo. Desde su aparición hasta la actualidad, las cifras de los negocios son desorbitantes y abarca cualquier campo, cualquier profesión con una inquietante deslocalización de los empleos o condiciones imbatibles, dadas las dimensiones del número de productos y su variedad. Esta es la clave de la entrada en cualquier mercado y entre ellos la óptica convencional. Si bien la globalización ha beneficiado su expansión y permitido abaratar costos, esta profesión tradicional y actualmente de rango universitario, consiste en un equilibrio de confianza y profesionalidad en cualquier acto profesional con personas visualmente deficientes. En el comercio convencional de óptica también llegó esa globalización para abaratar costos pero perder en mejores servicios profesionales y con los consiguientes perjuicios en la salud visual. Pero esto supone un reto interesante, donde el marketing decide quién tiene más interés, si un trabajo arduo de un buen profesional y sus grandes conocimientos para la mejor atención individualizada de cada persona a cualquier edad o la autosuficiencia de millones de personas con la información