Las TIC con su intromisión en los ámbitos de la vida humana han reestructurado las formas en que las personas se comunican y relacionan. Resultado de su inclusión son las nuevas realidades a las que han dado luz y que implican nuevas posibilidades de favorecer o afectar a nuestros semejantes. Realidades que se han transformado en retos para el derecho penal en lo referente, entre otras, a la intimidad sexual. Uno de los crímenes de común comisión dentro de dicha categoría y que violenta mayoritariamente a las mujeres es el conocido bajo el término de “pornovenganza”. Delito cuya comisión implica la distribución de material con contenido sexualmente explícito sin el consentimiento de quien en este aparece, teniendo como autor a una persona que está o ha estado vinculada a la víctima por lazos sentimentales, amorosos, afectivos o sexuales.Desafortunadamente, la lucha en contra de las conductas que atentan contra la intimidad sexual en la modalidad digital aún esta lejana a encontrar su fin debido a las lagunas penales encontradas en códigos penales como el del Estado Libre y Soberano de Jalisco, como a continuación se demostrará.