Avanzado el siglo XX, se inicia una profunda reestructuración de la economía capitalista, afectando el orden internacional, conocida como Tercera Revolución Industrial. Entre otros aspectos, los países industrializados comenzaron a vislumbrar en la investigación y el desarrollo en nuevas tecnologías, una herramienta clave para reafirmar su hegemonía a nivel mundial. Las consecuencias de dicho entramado han generado una brecha cada vez mayor a nivel internacional, que se manifiesta en diferentes aspectos como los científico-tecnológicos. De tal forma, las políticas de captación de recursos humanos altamente calificados, han contribuido al concepto conocido como “Brain Drain” (Fuga de Cerebros), fenómeno que en el mundo más rezagado socioeconómicamente, supone un obstáculo para la expansión económica. El presente contexto, constituye el punto de partida para la investigación, basada en una metodología analítico-descriptiva, con una valoración crítica de las causas y consecuencias de la fuga/drenaje de cerebros. La investigación llega hasta el inicio del siglo XXI, donde se analizan los resultados de las políticas de repatriación argentinas, mediante el programa Raíces y el CONICET.