Los probióticos se definen como “microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un efecto beneficioso a la salud del hospedador. Algunos de ellos producen y acumulan sustancias que tienen una acción benéfica en el organismo. Entre estas sustancias de interés se encuentran los β-glucanos. Estos se encuentran ampliamente distribuidos en la naturaleza, especialmente en algas, hongos y levaduras, pero también están presentes en las plantas superiores. Los β-glucanos, junto a otros compuestos, incluyendo algunos de naturaleza nucleotídica, estimulan el sistema inmune a nivel celular tanto en invertebrados, como crustáceos, como en vertebrados, tales como peces, aves y mamíferos. Lo que ofrece una oportunidad de desarrollar alimentos para animales de interés económico basados en levaduras que produzcan y acumulen elevadas cantidades de β–glucanos.