Teniendo en cuenta la eficacia demostrada por la red social como factor de variación sociolingüística, se estudia el comportamiento lingüístico de los usuarios de los social media a través del análisis de su integración en redes diversas. En concreto, se aplica el modelo de Redes Sociales —propuesto en 1987 por J. Milroy y L. Milroy— al análisis de las interacciones lingüísticas que se producen en Facebook y Twitter, dos redes sociales con un propósito similar pero que proporcionan distintos tipos de estructuras reticulares. Uno de los objetivos ha sido comprobar si los principios generales defendidos por los Milroy se cumplen en el lenguaje utilizado en las plataformas digitales, ya que en estas nuevas realidades comunicativas las fronteras entre las características propias de la oralidad y las propias de la escritura no quedan del todo delimitadas. Tras caracterizar los tipos de red de las 2 plataformas y de analizar lingüísticamente las intervenciones, se obtienen unos resultados que demuestran que existe contraste entre los rasgos lingüísticos de los individuos que forman parte de una red densa y múltiple -Facebook- y los que conforman una red laxa y simple -Twitter-.