Las relaciones del Caribe con Europa son algo más que relaciones bilaterales basadas en lazos históricos coloniales; son un instrumento de desarrollo económico que en algunos casos se convierte en un medio de supervivencia. El Caribe es un microcosmos complejo, hecho que complica sus relaciones con el mundo exterior. La complejidad de las relaciones entre el Caribe y Europa reside en que la mayoría de los países del Caribe perciben sus relaciones con Europa como un asunto interno. Este hecho conlleva que las relaciones tengan un elemento pasional que en ciertas ocasiones difícil de comprender. Esto contrasta con la fría actitud europea hacia el Caribe; lo que fueron años dorados de coloniaje europeo se convirtió en desapego y abandono. El Convenio de Lomé aglutinó las políticas europeas hacia el Caribe. Para muchos el Convenio de Lomé fue una continuidad o culminación de las políticas coloniales europeas. La acusación de que las relaciones entre Europa y el Caribe son neocoloniales pretende ser confirmada en el presente trabajo.