El problema del calentamiento global debido al efecto negativo de los gases invernaderos, está provocando un cambio climático en diferentes regiones del mundo. Esto ha afectado la producción de alimentos de origen animal como consecuencia de los cambios en la disponibilidad de forraje y en el confort térmico de los animales domésticos. México se caracteriza por tener diversidad en sus zonas agroecológicas a través de su superficie terrestre. El norte del país es seco, donde los climas que predominan son semi-áridos, áridos y desérticos. En los últimos años se ha detectado un aumento significativo en las temperaturas ambientales de esta región, de tal manera que donde no había problemas de estrés por calor en la producción animal, actualmente ya se presentan; situación que se está convirtiendo cada día en un inconveniente que compromete la capacidad productiva de carne y leche, y también los ingresos económicos de los productores. Dado el problema del aumento de las temperaturas ambientales, resulta factible pensar en un nuevo ordenamiento de la producción animal, acorde a las variaciones climáticas regionales.