La reformulación de la Educación Superior Europea y la progresiva integración de la TIC en la actividad docente universitaria desde mediados de los años noventa han propiciado las condiciones adecuadas para impulsar un cambio sin precedentes en la universidad española, cuyo objetivo principal consiste en mejorar la calidad de la enseñanza a través de diferentes escenarios que hacen posible el aprendizaje a través de ámbitos diversos y de distintas estrategias educativas. En este contexto, la formación virtual constituye un modelo pedagógico que se desarrolla en un entorno flexible, interactivo, participativo y carente de restricciones espacio-temporales, en el que el alumno adopta una mayor responsabilidad en su proceso de formación y en el que el papel docente se transforma y adquiere una dimensión mucho más compleja al convertirse en un mediador integral del aprendizaje dentro de un marco variado en posibilidades de divulgación del conocimiento.