En el México colonial las formas de sentir y practicar la religión tuvieron influencia en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Frailes y monjas fueron modelo de vida y de piedad; de ahí que su estudio nos proporcione un conocimiento más completo de la sociedad. Tanto las reglas como su práctica en cualquier orden religiosa, han de interpretarse dentro de sus circunstancias, de modo que en el caso de los franciscanos descalzos, llamados dieguinos en México, hubo una relación permanente entre sus conventos y los fieles que acudían a sus iglesias, escuchaban sus sermones, solicitaban los sacramentos y en todo caso los tomaban como ejemplo. Desafortunadamente su huella se ha borrado con el paso del tiempo y es lo que pretendo recuperar, como testimonio importante de la cultura e identidad novohispana y mexicana.