El diseño industrial es una disciplina cuyo origen en la producción industrial, es decir la generación de un producto en serie. Sin embargo, a lo largo de la historia e incluso en la actualidad, el límite entre lo artístico-artesanal y lo industrial es bastante difuso, por lo que su definición se torna controvertida. Las concepciones sostenidas por las diferentes corrientes y escuelas muestran que el diseño tiene un alto componente sincrético y una filosofía particular sobre el rol que éste cumple al nivel de la empresa y de la sociedad. Quien diseña debe abordar holísticamente el conocimiento pertinente a la naturaleza del objeto que diseña; no es suficiente cuando usa una parte de la información o unos pocos datos o cuando no establece relaciones entre ellos. Por tal motivo, es necesario replantear la manera en que se lleva acabo el diseño industrial en las aulas; es ineludible reconsiderar la formación que reciben los estudiantes a través del mismo proceso de diseño, partiendo de los elementos que lo conforman, su relación, los estilos de aprendizaje de los propios alumnos, y la inclusión de la creatividad y la innovación, con el fin de potencializar la actividad proyectual.