La educación en todos los momentos de la historia ha jugado un papel relevante en el desarrollo de los pueblos, por ese motivo se han venido desarrollando esquemas que permitan un mayor y mejor conocimiento acerca de la forma más eficiente de llevar a cabo esta labor.Se puede afirmar que toda acción educativa conduce inexorablemente a formar individuos capaces de aportar los conocimientos que se requieran en el entorno social o comunitario. El docente debe tener presente que la educación es el camino que conduce hacia el desarrollo social y económico de una nación, así como también, el medio más eficaz para formar a los individuos en principios de libertad, tolerancia, respeto y solidaridad. Desde este punto de vista, no cabe la menor duda que el docente es un elemento clave y primordial en este proceso educativo y en consecuencia está llamado a reflexionar acerca de su quehacer pedagógico, de acuerdo con las necesidades locales, regionales, nacionales y universales, con el propósito fundamental de transmitir a las nuevas generaciones los valores y saberes propios de la época, con un pensamiento flexible, que le permita afrontar los cambios que exige la sociedad moderna.