Esta obra surge como una forma de destacar la importancia de los aspectos metafísicos en nuestra vida ética y, en concreto, el amor. Las emociones, o la intuición emocional, son fundamentales para experimentar aquel sentimiento objetivo y espiritual, como bien explican diferentes filósofos. En concreto, algunos pensadores destacados en dicha interpretación del acto intencional del amor son Franz Brentano, Max Scheler y José Ortega y Gasset. A su vez, por medio de este libro, esencialmente, se pretende cuestionar la actual educación formal que sigue reproduciendo una mirada ultra racionalista. En este sentido, se justifica la importancia de que en la pedagogía se siga concretando el giro emocional o también denominado afectivo. Finalmente, se incluyen diferentes reflexiones que discuten las limitaciones y potencialidades de los derechos humanos, incluyendo temas como el adoctrinamiento moral, la libertad de conciencia, el aborto, las prisiones, la violencia y el capitalismo. Asociado a estos temas, se analizan algunas virtudes del cristianismo, específicamente, la humildad y el respeto a Dios.