En un contexto inédito en la Argentina, marcado por una crisis sanitaria y económico-social sin precedentes, la publicidad social tomó un protagonismo inusitado. El papel del Estado en la divulgación de Covid-19 fue muy importante. Pero también se aliaron las empresas comerciales, la mayoría se adaptaron a las contingencias de la pandemia y trataron de mostrar con cierta sensibilidad que sus productos ayudaban a pasar la cuarentena con algunos beneficios. Pero no olvidemos que la pandemia produce la suspensión de los mecanismos publicitarios pues el gran consumidor ya no existe, solo se consumen los productos imprescindibles y necesarios. Qué pasa entonces con la sociedad de consumo y su mayor aliado: la publicidad. Se tendrá que adecuar con un discurso acorde al momento que se vive y desplegar otras estrategias.