Desde un enfoque multidisciplinario de la educación, es relevante cómo los docentes desde su función orientadora integran en sus proyectos, sesiones de clases donde los niños aprendan estrategias de interacción grupal, cooperación, resolución de conflictos, asertividad, destrezas comunicacionales, habilidad para resolver problemas y adoptar decisiones. La promoción de la resiliencia debería estar presente de forma transversal en cada uno de los espacios curriculares y programas educativos. Respecto a la estructura y contenido del libro, éstos se explican con la metáfora de un “viaje en alta mar”, es así, como la autora, mediante un modesto intento poético, va desenvolviendo el aspecto simbólico de esta travesía en cinco interesantes capítulos. Cada elemento presente, mar (escenario), barco (vida), navegantes (informantes claves), brújula (docente orientador) y otros, se convierten en recursos esenciales para la búsqueda afanosa del centinela de la aurora: la capacidad de resiliencia. Es a partir de las vivencias de cinco actores principales, que se busca comprender la resiliencia como potencial humano, sobre todo, en la vida de los niños y en la de sus maestras de escuela.