En Europa, al parecer, no se valora en su real dimensión la trascendencia y el significado de la existencia de la UE, cual resultado exitoso de los procesos de integración de la CECA y CEE. La UE representa -para la humanidad- el más grande legado económico y político del Siglo XX, proveniente de líderes como Schuman, Adenauer, Churchill y otros; que, de manera visionaria, trabajaron para unir a la familia Europea en un entorno de paz, solidaridad y prosperidad; por ello, son llamados “Padres de Europa” y de la “UE”. La UE es un anhelo hecho realidad, conseguido con grandeza de espíritu, sopesando el pasado y mirando al futuro; y, gracias a su integración, Europa, como nunca antes, disfruta de la paz desde hace 74 años. Como toda obra humana grande, la UE también tiene detractores, escépticos y descontentos; es el caso del Pacto del Brexit que busca la salida del RU de la UE, cuando lo ideal sería unirse a la familia Europea como habría deseado Churchill “Padre de los Estados Unidos de Europa”. Además, la UE es la imagen de Europa en el mundo y ejemplo de crecimiento y desarrollo mancomunado en un contexto de paz y solidaridad, entre sus pueblos y con el mundo.