La disputa entre los hegelianos que han centrado su interés en el enseñar la filosofía y los kantianos que han propiciado el aprender a filosofar, viene marcando la reflexión que gira sobre el papel de ésta como espacio académico en la formación secundaria. El presente escrito parte de una problemática de contexto que es la exclusión de la filosofía en las apuestas legislativas de la política pública en educación colombiana, identificando que la ausencia de un lugar definido dentro del currículo, ha desdibujado su τέλος en el quehacer educativo de la escuela. En este marco se propone la Didáctica del sentido como una perspectiva analógica que genera un diálogo entre significado y significante, en el contexto de la práctica pedagógica como campo de metacognición y transformación en el oficio de ser maestro. Finalmente este estudio se enmarca en la escuela católica, por la relevancia que ha tenido en la constitución de la institución escolar en Latinoamérica y por su compromiso con la reflexividad crítica, sin que esto se constituya en un criterio de exclusión a la escuela no confesional.