Actualmente, Colombia se encuentra en el proceso de implementar los acuerdos de paz firmados en La Habana, Cuba, que pueden poner fin a un conflicto interno que lleva más de sesenta años. Aunque el proceso aterrice en buenos términos, las secuelas históricas del conflicto difícilmente podrán ser atenuadas si la sanción de los acuerdos no se acompaña con políticas educativas y de seguimiento psicosocial. Por tanto, es necesario preparar a las futuras generaciones para que tomen parte en la construcción y consolidación de la nueva configuración social, política e institucional del país. En nuestra posición como docentes, una de las principales apuestas de esta nueva configuración radica en el fortalecimiento de la alteridad desde la escuela, y en la promoción de valores que soporten el desarrollo de habilidades sociales en los jóvenes para lograr la tan anhelada reconciliación social en el marco de este posconflicto.