En el transcurso de la investigación respondemos tres preguntas: ¿Qué relaciones sociales de los trabajadores de las organizaciones económicas, les han permitido aprehender la diferencia entre: inversión y ahorro, donación y crédito y competencia y cooperación?, ¿Qué variables ellos toman en cuenta para fijar los precios?, y ¿Qué dimensiones de la cultura de las organizaciones económicas les facilitan incorporarse a las relaciones de abastecimiento o comercialización? A nivel teórico sostenemos que la cultura de estas organizaciones es una conformación que regula la generación y atribución de sentido a lo económico, gracias a lo cual se resuelven las tensiones del trabajo en “lo propio” en una red profunda que llamamos ecúmene mercantil. Al final concluimos que la cultura de estas organizaciones económicas es un despliegue de la cultura de la “población” en donde existen, la cual se expresa como “saber hacer negocio”; y que esa manera de asumir lo económico contribuye a definir una comunidad efectiva que se mantiene por las relaciones de reciprocidad de los casos estudiados.