En México, como en muchos otros países una persona comienza a ser ciudadano a partir de los 18 años, es decir, que solamente 7 años antes, todavía formaba parte del sistema de educación básica. Desde este punto de partida, este trabajo abre el debate sobre si acaso las habilidades, conocimientos y otras herramientas de socialización política están disponibles en la infancia, como un contexto que empodera al infante para el desarrollo de una ciudadanía crítica, incluyente, plural, y activa; que lleve consigo las verdaderas, preocupaciones e intereses de la vida pública en la era de la información. Este trabajo deriva de un estudio de las ciencias sociales en el universo del método cuantitativo de investigación. Es un estudio de campo realizado en la ciudad de Monterrey y está inspirado desde teóricas de la comunicación, como los estudios culturales. A partir de esta combinación metodológica y teórica, busca dar respuesta acerca de lo que está presente en la vida pública de los escolares que poco tiempo después se convertirán en los ciudadanos, y que serán –ya sea de forma activa ó pasiva- los actores de la esfera pública en México.