El trabajo analiza el tránsito de los católicos posconciliares argentinos a la lucha armada, en los convulsionados años '60. A través de la recreación de las tensiones de la época, el autor analiza la importancia de la revista "Cristianismo y Revolución" como un vehículo de ideas y contactos entre redes de militantes cristianos en todo el país. La revista, dirigida por Juan García Elorrio, es un testimonio ineludible del cristianismo revolucionario argentino, con proyección a los otros grupos latinoamericanos que vieron en la Revolución la posibilidad de concretar en Latinoamérica el mensaje cristiano. Inspirados en el "Che" Guevara y Camilo Torres la revista proponía "El deber de todo cristiano es ser revolucionario, y el deber de todo revolucionario es hacer la revolución"