Los bosques ribereños inundables del bajo Orinoco son de gran importancia local, regional y global, y han sido considerados como epicentros de diversidad biológica y soporte económico de muchas actividades humanas. La inundación juega un papel determinante en el funcionamiento de esos ecosistemas ribereños.Durante la inundación o fase acuática, uno de los cambios más significativos que ocurre es la reducción inmediata de la disponibilidad de oxígeno (hipoxia), que influye en el crecimiento de plantas que no están adaptadas causando disminución en la absorción de nutrientes, reducción en la proporción de raíces a tallos, desbalance hormonal, cierre de las estomas y, por ende, limitaciones fotosintéticas y hasta la muerte. Por otro lado, la sequía prolongada durante el fenómeno Niño puede dar lugar a la ocurrencia de déficit hídrico que también influencia el crecimiento de los arboles e impone severas limitaciones a la productividad de las plantas y a los procesos fisiológicos en general.