En la actualidad es evidente que las teorías de norma constituyen la herramienta fundamental para el estudio del mundo subnuclear, al describir con precisión tanto las interacciones débiles, electromagnéticas como fuertes. Para realizarlas, se usan conceptos como el rompimiento espontáneo de simetría, mecanismo de Higgs, libertad asintótica y unificación de quarks y leptones. Con estos conceptos, se ha creado una estructura que no solo ha permitido entender la naturaleza de las interacciones entre partículas elementales, sino que se han predicho nuevos efectos experimentalmente factibles de comparación y que nos han llevado a generar nuevo conocimiento tendiente a explicar el origen de la materia en el universo, permitiendo el manejo de conceptos matemáticos más eficientes para formular teorías cosmológicas. De hecho, la idea de unificación ha permitido extrapolar los conocimientos presentes a nuevas fronteras a escalas más altas de energía, permitiendo la postulación de lo que hoy conocemos como materia obscura y de quien ahora nos intriga saber su origen.