Costa Rica es un país muy reconocido en los mercados internacionales de turismo de naturaleza. Su amplia y variada oferta turística es muy valorada en Europa y mayoritariamente en Norteamérica, sus principales mercados emisores de visitantes. Con todo, su oferta es todavía heterogénea y presenta lagunas e insuficiencias que pueden confundir al turista que eventualmente planea organizar un viaje a alguna de las regiones costarricenses. El análisis riguroso que los autores realizan de dos áreas periféricas, con notables y singulares recursos, en su mayor parte infrautilizados, y con una oferta de muy diversa calidad, como se deduce de sus conclusiones, significa una aportación altamente valiosa para todos los actores sociales e institucionales implicados, que reciben, además propuestas de actuación, bien estructuradas y coordinadas con las directrices del Plan Nacional de Turismo del país, pensando que los resultados finales de su aplicación no pueden ser más que positivos, no sólo para la actividad turística, sino también para el conjunto del sistema productivo local, que contribuiría así a generar desarrollo.